Millones de historias I

Millones de historias se pierden en el condicionamiento del medio... de las necesidades y de la supervivencia, del dolor y de la lucha por el dinero... devastados los deseos más allá de las estrictas necesidades básicas...

Un  mundo que carga con la vergüenza de la pobreza, el hambre y la violación de los derechos humanos... A finales de este año cerca de 7000 millones de personas habitaremos esta tierra... ¿Cuántos de ellos han sido deseados? ¿Cuántos han surgido de los efectos irresponsables del placer? ¿Cuántas historias de sufrimiento se corren bajo tanta sangre?
Las estadísticas nos dan una aproximación: 500 millones viviendo en extrema pobreza, es decir, con un dólar o menos al día; 1400 millones son pobres, es decir, con dos o menos dólares por día... Pero seguro, que ni con 10 dólares diarios se logra cubrir las necesidades básicas de una persona... Entonces, probablemente más de la mitad del mundo está en pobreza...

Una economía que se desploma y hace temblar todas las bolsas del mundo. Supermillonarios angustiados porque disminuyen sus reservas y pobres angustiados porque disminuye su comida... su salud... su vivienda... sus bienes básicos... en fin... porque aumenta la muerte lenta e infernal.

Amor comprado, falsificado, acordado y contratado fluyen en la corriente de las convivencias... Sujetos objetivizados y materializados para resultados concretos... También, amores desafiantes al Establishment que viven en la interioridad y escriben historias indescriptibles de autenticidad...

¿Estamos mejor que antes? ¿Hubo un antes mejor? Tal vez hubo un antes mejor pero no para todos.

¿Reímos mejor que antes? Tenemos más posibilidades de reír, de aprender, de conocer, de viajar dentro de nosotros mismos y fuera, más medios y tecnologías que nos facilitan  la vida... pero lamentablemente también  más métodos que destierran la humanidad (esclavitudes camufladas).

¿Qué pasará de nosotros en el futuro? Depende de lo que pase ahora... pero tal como va no habrá un futuro deseable para todos... no para los que estamos ahora o para nuestros hijos... La ley del más fuerte aún habita sin morir delante de indefensos mortales prematuros.